El cuento como recurso educativo.

El cuento clásico es una fuente inagotable de recursos para aprender y para utilizar en cualquier edad. Pero cuidado, estos cuentos fueron creados para ser contados, no para ser leídos.

Hay que recuperar esa tradición de contar cuentos en la escuela, este es nuestro objetivo, crear en la clase el ambiente adecuado ( música, luz, misterio…) para que el cuento llegue al alumnado con esa magia y ese misterio con el que tiene que ser recibido.

En nuestra clase tenemos un lugar especial para recibir estos cuentos cada mañana: El árbol de las palabras.

Un espacio confortable( una alfombra donde cabemos todos, con un cojín para cada alumno/a) donde bajo las hojas de nuestro sauce, viajamos en el tiempo y en el espacio de la mano de Perrault, los hermanos Grimm , Rodríguez Almodovar o Gloria Fuertes.

Estas lecturas van dotando poco a poco a mis alumnos y alumnas de un bagaje literario amplio, que nos permita movernos con facilidad por este universo del cuento.

Durante el pasado curso, en el que pusimos en marcha nuestro proyecto de innovación "El arte y el cuento como recurso educativo", leímos cada día un cuento tradicional que fue el generador de múltiples actividades alrededor del cuento y que os enseñaré en esta categoría.

Si nuestro objetivo es desarrollar en el alumnado la competencia comunicativa, es decir, que aprendan a comunicarse oralmente y por escrito de forma correcta( sintaxis, vocabulario, ortografía,etc) el cuento es el mejor recurso para conseguirlo, pues encierra:

Un vocabulario rico y selecto.

La estructura de la narración.

Una gran variedad de temas que nos permiten trabajarlos transversalmente y relacionarlos con todas las áreas.

Están escritos en una sociedad patriarcal y machista. Nos permite leerlos con una mirada crítica y reescribirlos( El otro cuento).